lunes, 8 de diciembre de 2008

Parrafo Segundo

Extracto de una nota sobre el Párrafo Segundo, de un libro infinitamente extenso, escrito en el agua, con una pluma de Pavo Real.

"... según dice el párrafo segundo, todos tenemos la misma constante. Obligados por el miedo, perecemos ante centenares de ojos, nuestra verdad se vuelve un boceto y los miles de errores se vuelven nuestros colores y formas.

Pero las formas no terminan allí. Intentan borrarse y generan manchones, confundiéndose con otros colores, pasando por varios estados en los cuales la mixtura da vida a nuevas percepciones, nuevas realidades se entrecruzan, sin que ninguna de las otras dejen de existir.

Es finalmente cuando el artista decide, equívocamente, terminar su obra, lanzarla a donde fueron tantas otras, al olvido.

Pero lamentablemente, según el párrafo antes leído, no se entiende en su máxima expresión si no se le permite continuar su ciclo. Más bien obligados por la cruda realidad de que el fin máximo y el fin primero son el mismo. La oportunidad es una sola, de eso no existen dudas.

Los miles de seres que habitan, siguen siendo uno, en sus mil formas. Al mismo tiempo, son uno, más allá de ser miles y eso siempre nos resuelve la misma cuestión, aunque intentemos verlo de una forma diferente.

Claro que, siendo esta la única realidad, sin poder borrar las huellas del pasado, podremos claramente transitar sobre ella, hasta que por sí sola se vuelva aún más profunda, más real.

Todos recordarán los tiempos del boceto. Todos aquellos con los que compartimos el colegio, recuerdan como éramos allí, como tal, les será difícil apreciar la diferencia con el estado actual, aunque no lo admitan, aunque pasen decenas de años, la idea no la abandonarán, simplemente porque se han basado en su inercia y no han puesto una mirada concienzuda en ella. Han evitado cambiar su perspectiva, pues es así más fácil, para continuar relacionándose.
Si se pusiera dicha mirada para todo, sería imposible o muy difícil definirse a si mismos.

Estamos en equilibrio mientras nuestros ojos estén abiertos. Si damos lugar a un nuevo proceso, con los ojos cerrados, caeremos. Es eso mismo lo que nuestra percepción ha abandonado de la conciencia.

Terminando con el párrafo segundo, el cual expresa el sin fin de observaciones, juicios y perspectivas sobre las cuales nos establecemos como seres, queda sólo remarcar cuán perdidas están las personas con respecto a este sin fin de borrones, de memorias pasadas, de colores manchados y de fantasías, que sin aceptar el cambio hasta el modelo actual, perfecto, imperfecto, buscan salvar su mente, esclavizándolo todo al pasado.

Debido a esa esclavitud, quienes los rodean o conocen, quizás también esclavos, aunque eso no importa, sólo pueden sentir desinterés o cariño por ellos.

Pero claro, si cambiáramos el proceso, sería como pararse en un pie con los ojos cerrados, con la resultante pérdida de equilibrio, lo que una mente en constante caos, teme en profundidad.

Es eso lo que básicamente genera el estancamiento del proceso evolutivo, de una forma u otra, el encadenamiento al pasado, no con la aceptación necesaria, sino con el énfasis personal, proveniente del ego, claramente esclavizador, en ambas direcciones, hasta que alguna de las dos o más, logre como se dijo antes, un análisis a conciencia, que establezca luz y muestre la realidad de dicha condición..."

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