Todos somos religiosos...

Desconfío de lo muy fácil.
Criticar la religión es muy fácil.
No "soy" de ninguna religión, pero tampoco quise caer en el facilismo de criticarlas sin observar mi propia vida.
Al hacer eso, me di cuenta que en mi vida, tal y como en la de todos los demás, hay rituales, hay culpa, hay algo que quiero alcanzar y hay un sufrimiento de por medio para llegar a eso... extrañamente, cada aspecto de mi vida se parecía mucho a lo que absolutamente todas las religiones vienen planteando. De formas a veces realmente muy divertidas y a veces un tanto mórbidas.

El punto es que observé esos detalles. Me fijé que hacía y qué pensaba al levantarme, que cosas repetía todos los días, que mentalidades o pensamientos me parecían los "correctos" y cuales los "incorrectos" y hasta me dí cuenta que aunque nunca lo quise, también tengo un Dios... o quizás son muchos... más de uno.

Ese gran ojo que me observa y me juzga, mis preconceptos morales, mis actitudes "nobles" y mis actitudes no tan nobles... TODO, absolutamente formaba parte de un "estilo religioso". Es por eso que hay gente a la que le puede gustar mi estilo de vida y gente a la que no. Eso también se parecía mucho a las religiones.

En fin. ¿Observarán ustedes? Es un lindo juego, en serio, uno se asusta mucho.

Este es un "poco" más largo que los últimos y no es tanto un cuento... no sé que es.
Gracias por pasar, leer, opinar.

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"TODOS SOMOS RELIGIOSOS"

(Hombre de la antigüedad)
Se levanta a la mañana y reza a Dios, las plegarias más
profundas, las peticiones mas basicas, como que no llueva mucho, para poder ir a sembrar el campo.

(Hombre moderno)
Se levanta a la mañana y silenciosamente por dentro, mientras mira el noticiero, pide por favor que no haya un paro o un corte de calle, que pueda ir a trabajar el dia de hoy sin problemas, no sabe bien a que le reza, pero es como que le pide al gobierno, en silenciosas plegarias.

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En el viaje, el hombre vislumbra una cruz, se posa frente a ella y pide seguridad para su viaje, le pide a dios que por favor le de prosperidad en la vida.

En el viaje a su oficina, el hombre pide por dentro que le den poco trabajo, que el día pase rápido, que su jefe se haya ido o esté de buen humor, quizás, un premio o un bono estaría bien.

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Al llegar, la vida en el campo es dura, el hombre se seca el sudor y sabe que trabaja por su familia, por su hogar, por su prosperidad.

En la oficina, aún con el estrés, el hombre mira la foto del portarretratos, ahí está su familia, la razón de tanto esfuerzo, de tanto sacrificio.

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El día se pone difícil por ladrones de hortalizas, el hombre lucha por ahuyentarlos, pero como la ley de dios le impide matarlos, los deja ir, luego de recuperar sus cosas.

El día se pone difícil, con el bono cobrado en mano, sale a la calle, pero el hombre es asaltado. Lo que los ladrones no contaban es que él llevaba su gas pimienta, pues la ley del hombre no le hubiese permitido llevar un arma y dispararles.

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El hombre llega a su casa, agobiado por el arduo trabajo en el campo y las dificultades con los ladrones. Besa a su familia, los abraza.

El hombre llega a su departamento, estresado y asustado por el robo. Se enternece al ver a su familia, se le dibuja una sonrisa.

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El hombre vive cada uno de sus días, porque la ley de Dios le dice que es el hombre y DEBE trabajar, DEBE ser alguien, DEBE triunfar.

El hombre vive cada uno de sus días, porque la ley del hombre le dice que es el hombre y DEBE trabajar, DEBE ser alguien, DEBE triunfar.

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¿Qué es lo peor que podría pasar? ¡El diluvio! ¡Sólo eso detendría su trabajo!

¿Qué detendría el trabajo del hombre moderno? ¡Sólo la caída de la bolsa! ¡Un Corralito! ¡El país en default!

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¡Que tonto, Descreer de Dios! Cuando no hay razones para descreerlo. Todos saben que está ahí, es una verdad absoluta.

¡Que tonto, Descreer del sistema! Cuando no hay razones para descreerlo. Todos saben que está ahí, es una verdad absoluta.


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"Pobre hombre de poca FE, piensa el religioso mientras ve al vagabundo, pidiendo dinero"

"Pobre hombre de poco dinero, piensa el trabajador, mientras ve al vagabundo, predicando la FE"

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¿En que creerás hoy? ¿En qué creías ayer?
¿En que creerás cuando todos crean otra cosa?
¿En que creerás cuando sientas algo distinto?
¿En qué valores se mueve tu vida?
¿A qué le das valor de paraíso y a qué, valor de infierno?
¿La economía? ¿Acaso no es un Dios? ¿No es el por qué de cada uno de nuestros días? ¿Cuánto pasaba un hombre trabajando los campos en nombre de Dios de su familia? ¿Cuánto nos sacrificamos en nombre del trabajo, del dinero? ¿Del éxito?
¿Acaso podríamos vivir sin el dinero? ¿Se nos permitiría? ¿Sería fácil? ¿Ha sido fácil en la historia?
¿Acaso podría en otra época un hombre vivir sin Dios? ¿Se le hubiese permitido? ¿Fue fácil? ¿Cómo la ha pasado la gente que no seguía al Dios más popular de la época medieval o antigua? ¿Cómo la pasa hoy el hombre que no sigue a nuestro Dios, el dinero, en esta época?
¿Acaso somos tan tontos, de creernos tan inteligentes?
¿Acaso dudamos de los sistemas que nosotros mismos creemos? ¿Del económico? ¿Del social? ¿Del político?
¿Acaso dudamos de Dios?
¿Acaso dudamos de nosotros mismos?
¿Acaso tememos aceptar que NO evolucionamos en prácticamente nada? ¿O es que acaso ya no nos interesa más que sobrevivir, pisotéandonos los unos a los otros?
¿Acaso tememos aceptar que sólo le cambiamos el título a Dios por... ¿Dinero? ¿Sistema? ¿Sociedad?

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Y continúa...

El hombre religioso vive con una FE indescriptible en que vendrá Dios algún día y dependiendo de su esfuerzo, irá al cielo o al infierno.

El hombre no religioso, vive con una FE indescriptible en que vendrá ALGO y acabará con su miseria. La muerte, muy probablemente, su sociedad y su trabajo a lo largo de la vida, decidirán el cielo o el infierno.

¿Pero, que diferencia hay en esa Fe? ¿El nombre? ¿La forma? ¿El concepto que imaginamos? ¿QUE?

El hombre religioso castiga porque sabe que la ley de Dios es igual para todos.

El hombre no religioso castiga, porque sabe que la ley del sistema es igual para todos.

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Antes era injusto, que un hombre de dinero pudiera comprar el perdón de Dios...
Ahora es injusto, que un hombre de dinero, pueda comprar el perdón de la justicia...

Antes un hombre religioso era intocable,
Ahora un hombre político es intocable,


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El hombre religioso tiene costumbres cotidianas, antes de ir a dormir y al levantarse.

El hombre no religoso, tiene costumbres cotidianas, antes de ir a dormir y al levantarse.

¿Seguimos pensando que detalles ínfimos como la ropa, los nombres o los modales actuales crean una diferencia real?

Seguimos pensando:

"Que injusto que la iglesia le dijera a la gente en otras épocas, día a día ¡No pìenses por tu cuenta! ¡NO leas! ¡Nosotros te daremos la verdad y te diremos cómo es la realidad"

Pero nos olvidamos que la televisión hace lo mismo con nosotros, los medios. Pero ya está, lo damos por sentado y no lo cuestionamos más, inclusive, hoy en día es estúpido cuestionárselo.

Pero acaso... ¿Protegimos ese valioso derecho a leer? ¿Protegimos ese valioso derecho a CONOCER REALMENTE la realidad? ¿O cambiamos las palabras de un cura por las de algún periodista en la televisión? ¿O cambiamos las palabras de la iglesia por algún diario que obviamente tiene una inclinación política?

No podemos seguir siendo tan hipócritas.
No podemos seguir siendo tan ciegos.

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El hombre religioso siente autocompasión cuando cree que Dios lo ha abandonado.

El hombre no religioso siente autocompasión cuando cree que la sociedad, el sistema, lo ha abandonado.

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El hombre religioso... el hombre no religioso...

¿Que relegan?
¿A quien relegan?
¿Qué ente crearon en sus mentes? ¿Qué realidad se recrearon?
¿Acaso ese ente no se parece en ambos?
¿Acaso no son los MIL ojos mirándote desde todos lados?
¿Acaso no es la misma imagen de la sociedad/Dios?
¿Acaso no son los ojos de la Justicia/Justicia Divina?
¿Acaso no es la misma mentira que decidimos colectivamente aceptar?

¿Acaso no somos patéticos, en seguir intentado separar, discriminar, rechazar, negar?

¿Podremos tomar las riendas de nuestra vida y dejar de ser religiosos o no religosos y dar un paso más adelante?

¿De qué paso estoy hablando?

LA FE.

No hablo de religión. No hablo de Dioses. No hablo del sistema. No hablo de nada de todo eso.
Hablo de: FE.

No importa si sos un empresario.
No importa si sos un párroco, un cura.
No importa si sos hombre, mujer, tuerto, manco, hispano, homosexual, asiático, adicto, empresario, caucásico, petiso...
No importa si sos débil o fuerte.
No importa si sos seguro o inseguro.
No importa si sos todo eso junto.

Lo que te mantiene en pie es la FE, FE en vos, FE en algo.

Podría ser una piedra, pero si todos tuviéramos FE en ella, podríamos levantar un imperio entero basado en ella.

Podría ser una persona, pero si todos tuviéramos FE en ella, llegaría a las estrellas y más lejos.

Podría ser el universo entero...

Podríamos... ser NOSOTROS MISMOS...

...y llegaríamos al infinito.



El Joven Aguador